América Latina votó, ¿con Orgullo?
En los últimos dos años, más del 50% de la población mundial ha sido convocada a participar de procesos electorales en todo el mundo. América Latina, particularmente, ha vivido un intenso y dinámico ciclo electoral con elecciones presidenciales y legislativas en la mayor parte del subcontinente, desde México a Argentina, pasando por todos los países centroamericanos y del Caribe. Estas disputas políticas han redefinido el panorama político de la región, presentando una mezcla de avances y desafíos significativos para la comunidad LGBTI+.
Avances y desafíos en la Región
Los resultados electorales en América Latina, a la fecha, han arrojado un resultado mixto e términos de potencial de avance, protección y garantía de acceso a derechos de las personas LGBT+. Este súper ciclo electoral, al que todavía le faltan las elecciones presidenciales en Venezuela, Uruguay y Ecuador, así como las municipales en Brasil y Chile, consolidan una región que camina a tres velocidades.
Por un lado, una vanguardia de países con México, Brasil, Argentina y Colombia a la cabeza, las cuatro mayores democracias latinoamericanas, que a pesar de los vaivenes propios de la democracia y del poderoso ascenso del discurso de odio y antiderechos, han consolidado una senda de legislación, políticas públicas y movimientos LGBT+ vibrantes con capacidad de disputar el poder político y potenciar nuevas narrativas democráticas que incluyen a las personas LGBT+ en la construcción de sociedades más justas, libres y pacíficas. Sin embargo, observamos con preocupación los cambios administrativos que se están desarrollando en Argentina, particularmente con la eliminación de institucionalidad como el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI).
Un segundo grupo de países que observan avances legislativos y de políticas públicas y que, además, poseen margen político para continuar avanzando, son Chile, Uruguay, Bolivia, República Dominicana, Perú y pronto, posiblemente, también Guatemala y Honduras. En todos existe una disputa constante por consolidar avances en representación política, en materia legislativa y de políticas públicas que, en algunos casos, cuenta con el apoyo del gobierno nacional. Esto permite anticipar que la centralidad de la lucha por los Derechos Humanos continuará siendo un catalizador social importante que las poblaciones LGBT+ pueden y deben aprovechar para continuar avanzado con una visión interseccional que permita disputar el poder político, su representación legislativa y los relatos democráticos que serán los ejes de los futuros ciclos electorales.
Por último, encontramos un tercer grupo de países en los que infortunadamente el retroceso y, en el mejor de los casos, el estancamiento político en materia de avances de las personas LGBT+ se consolidan. Este es el caso de El Salvador, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Venezuela y varios países de las Antillas caribeñas. En la mayor parte de estos, los discursos antiderechos e, incluso, la persecución a liderazgos LGBT+ copan las agendas públicas y políticas, convirtiendo las realidades de las personas LGBT+ en elementos centrales de las campañas políticas en términos negativos y violentos para nuestras poblaciones. Es en estos países donde el asalto contra las democracias liberales se salda también con una contracción y eliminación de garantías básicas como el acceso al trabajo, la educación, la salud, la seguridad e, incluso, la identidad no son accesibles para las personas LGBT+.
Funcionariado electo LGBT+ de diferentes niveles de gobierno reunido en Ciudad de México, parte del esfuerzo de Nación de Orgullo MX, luego de las recientes elecciones generales en México.
Estrategias y prioridades futuras
Por lo mismo, para enfrentar estos desafíos y aprovechar las oportunidades que presentan los nuevos gobiernos, es esencial adoptar una estrategia multifacética que incluya:
1. Fortalecimiento de alianzas regionales: Colaborar estrechamente con organizaciones locales y regionales para aumentar la influencia y capacidad de incidencia política. Especialmente entre funcionariado electo que hoy, como nunca antes, ostentan cargos de poder en Congresos, gobiernos nacionales y locales. La unión de esfuerzos es clave para enfrentar los retos que se presentan en diversos frentes para tomar provecho de las buenas prácticas y experiencias entre pares en la región.
2. Formación y sensibilización: Continuar formando a las personas legisladoras y al público sobre la importancia de los derechos LGBTI+, mediante campañas de sensibilización, talleres educativos y procesos de formación política. La comprensión y el respeto por la diversidad son fundamentales para el progreso, pero también para mantener vivas las democracias y garantizar su gobernabilidad.
3. Monitoreo y Rendición de Cuentas: Implementar mecanismos de monitoreo para asegurar que las leyes y políticas inclusivas se apliquen efectivamente. Es crucial exigir responsabilidad a los gobiernos para que cumplan sus obligaciones y garanticen vidas libres de violencias y discriminación para las personas LGBT+ en las instituciones públicas y en todos los ámbitos de nuestras sociedades.
El reciente ciclo electoral en América Latina es un recordatorio de que la lucha por la igualdad es constante y requiere de un esfuerzo colectivo. Es vital que todos los sectores de la sociedad se unan a esta causa, trabajando juntos para construir un futuro donde todas las personas puedan vivir libres de discriminación y violencia.
Las poblaciones LGBT+ debemos permanecer vigilantes y proactivas, utilizando nuestra voz y voto para impulsar el cambio. Solo a través de la acción conjunta se podrá asegurar que los avances logrados no sean revertidos y que cada persona en América Latina pueda vivir con dignidad y respeto.
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**Erick Iván Ortiz** es el Regional Manager para América Latina del Global Equality Caucus, una red internacional de parlamentarios y representantes electos dedicados a abordar la discriminación contra las personas LGBTI+. Para más información, visite [Global Equality Caucus](https://equalitycaucus.org).