La vida como legisladora: Tamara Adrián, Venezuela
Tamara Adrián es abogada, activista trans, profesora universitaria y exdiputada de la Asamblea Nacional de Venezuela, fundadora y miembra del comité director del Global Equality Caucus. Tamara se unió a la lucha por la democracia y los derechos humanos desde muy joven, en 2015 se convirtió en la primera diputada transexual de América Latina, y ahora se lanza como la primera mujer trans candidata a la Presidencia del país suramericano durante las elecciones a desarrollarse en octubre de 2023. Nos reunimos con ella para conocerla un poco más y saber cuál es su perspectiva en cuanto a la situación de las personas LGBT+ en Venezuela.
¿QUÉ FUE LO QUE HIZO QUE LLEGARA A LA POLÍTICA PARTIDARIA Y FORMAR PARTE DE LA SOCIEDAD DESDE ESE PUNTO DE ACCIÓN ?
Desde los años 90 pues limitaba mi actuación a la sociedad civil organizada por un lado y a ser profesora y abogada. Pero que empecé muy rápidamente, desde finales de los años 90 a alertar, antes de que Chávez llegara al poder, sobre el peligro que representaba Chavez desde el punto de vista de las libertades y desde el punto de vista de la democracia. Y hay numerosos artículos escritos por mí y publicados en revistas arbitradas sobre ese tema tan temprano como 2001 a 2004. Y en aquel tiempo la gente decía: “No es que tú eres pesimista, Venezuela no es Cuba, eso no puede pasar aquí y desafortunadamente tenía razón. Hubiera querido no tenerla, pero tuve razón. Y cuando ya se ponen las cosas cuesta arriba, y aquellos que decían “No, eso no puede pasar en Venezuela” se iban de Venezuela y dejaban el espacio no ocupado… yo, en ese momento, tomo una decisión: no es posible dejar esa acción política en manos de quienes no tienen la capacidad. Entonces hice una transición, que nunca la he dejado, yo sigo siendo sociedad civil, sigo estando en numerosas ONG, sigo asesorando a numerosas ONG, o sea que sigo teniendo esa sombrero de ONG, pero al mismo tiempo me di cuenta rápidamente de que no se podía lograr un cambio en materia de derechos sin que hubiese una presencia en la política activa. Eso no iba a acontecer por obra y gracia… Cada vez que que yo trataba de convencer a alguien de acompañar alguna lucha en favor de, por ejemplo, la comunidad LGBT, de las mujeres, de personas con discapacidad, tenía que empezar por tratar de convencer a la persona e informarle, empezar de cero para decir: “Mira el problema es este… los retos son estos… la situación internacional es ésta… lo que ha venido pasando en la región es esto…” para que esta persona, si quería, agarrara para sí también esa lucha. Y en ese momento entendí que la mejor forma de lograr esos cambios es estar también políticamente activa.
¿CÓMO HA SIDO SU EXPERIENCIA EN LA LEGISLATURA?
Yo diría que frustrante, no por la participación sino por el resultado, en el sentido de que inmediatamente que tomamos posesión del cargo empezaron a bloquear cada una de las capacidades y potestades de la Asamblea Nacional vía decisiones del Tribunal Supremo de justicia por solicitudes que hizo Maduro, directa o indirectamente, y en poco tiempo se acumularon más de 150 decisiones en contra de la Asamblea Nacional del Tribunal Supremo de Justicia. Prácticamente impidieron que haya labor legislativa, que tengamos remuneración, porque bloquearon el presupuesto, se bloqueó que funcionarios públicos por ejemplo tuvieran la obligación de comparecer para un impeachment, para una investigación. Ninguna ley de las que fueron aprobada fueron promulgadas por Maduro, en consecuencia ninguna entró en vigencia. La persecución política comenzó inmediatamente en contra de diputados que llevó a que, en cuestión de menos de 2 años, 45 o 50 estuviesen ya en el exilio… ¿Todo eso se cuenta pero no se cree no?
Y eso entonces hace una labor sumamente frustrante desde el punto de vista de los proyectos que tenía… Eran en numerosos campos: en el campo de derechos de personas LGBT, por supuesto: el reconocimiento de derechos, que en Venezuela no hay ninguno… ahora que la región ya ha avanzado en prácticamente todos los países en el reconocimiento del matrimonio igualitario, de la identidad de las personas trans, y solo queda en Sudamérica: Venezuela, Paraguay, y un poquito Perú, y países de América Central… el resto tienen hoy en derechos iguales y entonces constituye algo muy frustrante. Pero aparte, tenía proyectos de modificación de la ley orgánica de agrocarburos, dictar, porque la había derogado Maduro por decreto, una nueva ley de protección a los consumidores, que en Venezuela no existe ningún tipo de protección a los consumidores ningún tipo, en consecuencia la totalidad de la población está desprotegida en ese ámbito y a mí me me interesa mucho ese una rama del derecho. Y en los temas relacionados con la parte financiera que habían quedado también totalmente desfasados, hoy el tamaño de la banca de Venezuela es más o menos similar al de una sucursal del banco de BanColombia en Bogotá… Estoy hablando de toda la banca, de todos los bancos, y eso pues genera la imposibilidad de financiar qualquier actividad productiva, y por supuesto se necesitan normas del siglo 21 para regir la banca cosa que no hay. Esos cuatro ámbitos me interesaban mucho y pues no se pudieron impulsar de ninguna forma…
¿QUÉ RETOS VE PARA LA POBLACIÓN LGBT+ EN VENEZUELA?
Todos. Todos… todos. Como decía antes, en Venezuela no hay una protección efectiva contra la discriminación, eso incluye el tema: laboral, educativo, que es el tema que a mí me preocupa más. Yo hice un estudio donde hay una correlación directa entre el bullying en colegios y liceos y el intento de suicidio, y eso está documentado pero no hay absolutamente ninguna acción que proteja y evite el bullying o la expulsión de niños, niñas y adolescentes LGBT en Venezuela; el tema trabajo, el tema salud, el tema vivienda, y en definitiva todos los temas de discriminación: la ausencia total de reconocimiento de derechos de matrimonio y de parejas, la ausencia de reconocimiento de la identidad de las personas trans, antes y después de operaciones. Yo tengo desde el año 2004 solicitando, ya se cumplen 19 años desde que mi expediente duerme ante la sala constitucional… Y pues no hay ningún avance. Para mí es frustrante, pero pero no por eso voy a dejar de actuar donde hay que actuar.
EN MATERIA DE VIH, ¿QUÉ CONSIDERA QUE MEJORARÍA LA CALIDAD DE VIDA DE LAS PERSONAS QUE VIVEN CON EL VIRUS?
Venezuela es uno de los países más atrasados de la región, y pasamos por un periodo muy, muy, muy, muy, muy difícil, y lo dije 5 o 6 veces porque desde finales del 2015 hasta el 2019 en Venezuela no hubo antirretrovirales de ningún tipo. La epidemia de Sida se extendió y las muertes eran, se estiman porque no hay cifras, similares a las que hubo en los años 70 y 80, comienzo de los 90; enfermedades oportunistas, cosas que teníamos 1000 años de no ver como el sarcoma de Kaposi, o cosas de este estilo que ya no existían en la literatura médica, empezaron a resurgir. Y si a eso agregamos una epidemia general de tuberculosis también… Se complicó todo. ¿Y bueno, ¿qué pasa?: Venezuela califica como país de ingreso medio alto, porque Venezuela no ha producido cifras oficiales sobre producto interno bruto PIB desde 2007 a los organismos internacionales, entonces no se ha revisado la situación de Venezuela. Por esta razón Venezuela no califica cómo recipendario de fondos del fondo mundial. Eso género que el fondo mundial tuviese que inventar básicamente para Venezuela, luego durante la pandemia se usó para otras cosas, ese llamado fondo de emergencia. A través del fondo de emergencia se importaron antirretrovirales de una sola fórmula, una. Quien que tenga alguna resistencia a esa fórmula tiene que ver cómo consigue afuera antirretrovirales, a través de ayuda humanitaria o cualquier cosa… Pero además, una de las reglas era que quien distribuyese esos antirretrovirales fuese la Organización Panamericana de la Salud, pero esto no lo aceptó el gobierno, y lo que sucedió fue que muchos antirretrovirales se perdieron por mala praxis de estocaje, guardados en condiciones no adecuadas, calor, problemas para el transporte cuando faltó gasolina en Venezuela… que todavía falta pero hubo un par de años en los cuales no había prácticamente gasolina… bueno casos tan terribles como que hay gente que le daba un infarto que moría porque no había como trasladarla a un hospital porque las ambulancias no tenían gasolina. o sea cosas así.
Entonces en ese tiempo tampoco se distribuían los antirretrovirales. Por otro lado, pruebas Elisa no existen, también las trajeron pero no se distribuyen adecuadamente, y en consecuencia los estudios de carga viral prácticamente no se realizan de manera sistemática. Casi siempre la gente tiene que pagarlos en laboratorios privados y eso les cuesta 100 o 150 USD que en la mayoría de los casos las personas no tienen cómo pagar eso. Prefieren, como digo yo: “volar sin instrumentos”, no hacerse carga viral, y ver qué pasa con ellos en el futuro, entonces cuando tienen los antirretrovirales los toman pero no saben si eso está reduciendo o no la carga viral, y pues si son indetectables o no son, no saben nada, están en la oscuridad. Solo algunas personas tienen acceso, sobre todo aquellas que viven en Caracas, Valencia, también Maracay donde llegan pruebas… en algunas ocasiones, en algunos hospitales…
¿CONSIDERAS IMPORTANTE LA EXISTENCIA DE UNA RED COMO LA DEL GLOBAL EQUALITY CAUCUS?
Creo que si, quienes trabajamos en la parte política, por derechos LGBTI, derecho de la población que vive con VIH y con otras situaciones o condiciones de salud crónica, no nos unimos y tenemos una labor propia conjunta de apoyo, de intercambio de opiniones… muy probablemente estaremos destinados a repetir experiencias negativas y que la experiencia positiva se pierda en el olvido.
Tamara Adrián (Venezuela) junto a Temístocles Villanueva (México), Aldo Dávila (Guatemala), Alan Wardle (Director GEC), Aron Le Fèvre (Subdirector de programas GEC), Erick Ivan Ortiz (Coordinador de membresías y programas Latam GEC) y María Revelo (Oficial de membresías) durante un encuentro en Buenos Aires, 2022.